Parece que haya pasado una eternidad desde que en 2016 fundamos la asociación Coopdevs. Ocurrió como resultado del encuentro entre TimeOverflow y Katuma, ambos proyectos empezaron su andadura por separado en 2012, resolvían la clara necesidad técnica de los bancos de tiempo y grupos de consumo, proyectos locales habitualmente autogestionados. Cuando los dos equipos nos encontramos nos dimos cuenta de que compartíamos un reto común: encontrar la sostenibilidad para estos proyectos de alto impacto social. Decidimos asumir este desafío conjuntamente.
Fundar la asociación Coopdevs fue el primer paso en este camino, no se trataba solo de mantener y mejorar estas dos plataformas, nuestro objetivo era, y sigue siendo, ofrecer tecnología puntera para la economía social. Desarrollar plataformas digitales intuitivas, con diseños atractivos, de código abierto, cuidado y bien documentado, generando alrededor de cada proyecto comunidades que participen en todos los procesos. Cuando bebemos más de una cerveza soñamos con que Coopdevs se convierta en el Silicon Valley de la economía social.
Nos alegra comprobar que no solo nosotros vemos esta necesidad. La comunidad alrededor de Coopdevs es cada vez más activa, lo notamos en las redes sociales, en las invitaciones a participar en eventos o en la cantidad de proyectos en los que se nos invita a participar. La ESS está en expansión y necesita de tecnología.
Pero si es software libre ¿no cuesta dinero, no?
Muy pocas personas son conscientes del coste que representa desarrollar, mantener y mejorar una plataforma digital. No solo se trata de hacer un código que funcione y ponerlo en un servidor, las plataformas digitales requieren una atención constante, si hay una comunidad usando una plataforma esta debe evolucionar junto a las necesidades de sus usuarias si no quiere dejar de ser útil, hay que comunicar qué se está haciendo, dar soporte y planificar hacia dónde se dirige la plataforma, debe ser un organismo vivo. Todo ello nos lleva a la gobernanza, que no puede recaer solamente en los técnicos sino que debe ser asumida por la comunidad que usa la plataforma. En este sentido nos esperanza el modelo cooperativista de plataforma, del que ya tendremos tiempo de reflexionar.
Lo fácil sería sumarse al carro de las subvenciones. Es fantástico que la financiación pública se vuelque en proyectos cooperativos y de claro impacto social, pero hay que ir con cuidado con el efecto burbuja. Si somos rigurosos respecto a la necesidad de encontrar la sostenibilidad de nuestros proyectos las subvenciones no deberían estar en el centro, aunque pueden ser un buen complemento. Nos ha parecido buena idea participar en el matchfunding de goteo con Katuma, o desarrollar la app móvil para TimeOverflow con la ayuda del programa “impulsem el que fas” de Barcelona Activa, son balones de oxígeno que sin duda ayudan, pero si queremos ser sostenibles a largo plazo nuestros proyectos deben formar parte de un plan de mayor envergadura y no dependender de las subvenciones públicas.
Ahora es el momento de intercooperar
Katuma y TimeOverflow son proyectos que hemos emprendido desde cero. Hemos desarrollado las plataformas confiando en que encontraremos la manera de sostenerlas. Podríamos embarcarnos en un tercer proyecto con las mismas condiciones, pero pensamos que aumentaría el riesgo de que coopdevs se hiciese insostenible. Así que tomamos la decisión de cooperar con proyectos de la ESS que ya son sostenibles financieramente y que quieren mejorar o crear sus plataformas. Este es nuestro siguiente paso y estamos muy contentos de haber empezado a colaborar con la cooperativa de telecomunicaciones SomConnexió.
A principios de 2018 creamos la cooperativa Coopdevs treball SCCL, el brazo profesionalizado de Coopdevs. Esto nos dota de otra herramienta más. La asociación Coopdevs es el núcleo de nuestras actividades, todos nuestros proyectos se impulsan desde su asamblea. Queremos que se acerquen personas de diferentes perfiles e intereses y que entre todos podamos crear un ecosistema que nos enriquezca personal y profesionalmente bajo un interés común: potenciar la ESS con tecnología. Para ello vemos claro que necesitamos profesionales dedicados a tiempo completo y por ello no vemos mejor opción que hacerlo en forma de cooperativa de trabajadores.
Así pues hemos llegado, tenemos todas las herramientas para hacer realidad nuestro particular Silicon Valley de la economía social, y al mismo tiempo estamos solo en la casilla de salida, aún queda mucho recorrido por delante para poder afirmar que es posible. Estamos preparados.